Desobediencia Intelectual

Por Carlos Castillo / 14 de noviembre de 2012.- ¿Debemos obedecer leyes que son claramente injustas? La pregunta no es nueva, y nunca ha sido fácil de responder.

Desobediencia Intelectual

En su ensayo "Desobediencia Civil" de 1849, el filósofo norteamericano Henry Thoreau sienta las bases para un concepto clave en la lucha por los derechos humanos en el siglo XX.

Thoreau considera que los gobiernos hacen más daño que bien, y que la democracia no es una cura para ésto. Una mayoría, por el sólo hecho de ser mayoría, no es ni más sabia ni más justa. Por lo tanto, Thoreau exhorta a la gente a no esperar pasivamente por una oportunidad para votar por algo justo, porque votar por algo justo es tan poco efectivo como simplemente desear justicia. Lo que se necesita es que cada uno sea justo: que cada individuo no cometa injusticias, ni le preste su apoyo a quienes lo hagan.

[HENRY THOREAU] Existen leyes injustas: ¿debemos estar contentos de cumplirlas, trabajar para enmendarlas, y obedecerlas hasta cuando lo hayamos logrado, o debemos incumplirlas desde el principio? Las personas, bajo un gobierno como el actual, creen por lo general que deben esperar hasta haber convencido a la mayoría para cambiarlas. Creen que si oponen resistencia, el remedio sería peor que la enfermedad. Pero es culpa del gobierno que el remedio sea peor que la enfermedad. Es él quien lo hace peor. ¿ Por qué no es más apto para prever y hacer una reforma? ¿Por qué no valora a su minoría sabia? ¿Por qué grita y se resiste antes de ser herido? ¿Por qué no estimula a sus ciudadanos a que analicen sus faltas y lo hagan mejor de lo que él lo haría con ellos?

El concepto de desobediencia civil sería puesto en la práctica por activistas como Martin Luther King y Gandhi. Mientras Thoreau en la práctica sólo aplicó sus ideas contra la esclavitud y una serie de impuestos que consideraba injustos, Marin Luther King, Gandhi, y otros lo aplicarían a multitud de contextos. Gandhi lo relacionó con su propio concepto de Satyagraha, o la insistencia práctica en la verdad. El resultado fue la independencia de India, una revolución independentista no-violenta a gran escala que es absolutamente única en la historia de la humanidad.

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En capítulos anteriores hemos visto los excesos a los que está llegando la idea de la propiedad intelectual. Hace tiempo que dejó de ser una forma de promover el arte y la ciencia, y se ha convertirdo en una oportunidad para que los gobiernos entreguen a mansalva extensivos monopolios. Estos monopolios intelectuales afectan nuestro acceso a medicamentos, nuestro acceso a nuestro patrimonio cultural, nuestro derecho a la libertad de expresión. Además, van en detrimento tanto del avance de la innovación y de la economía global como de nuestros propios derechos como ciudadanos.

En este contexto, la artista Nina Paley habla de lo que para ella significa la "desobediencia intelectual":

[NINA PALEY] La desobediencia intelectual es desobediencia civil más lo que se llama propiedad intelectual. Tal como la gente en el pasado concientemente ha violado ciertas leyes para no coludirse con aquellas que consideran equivocadas, y también para llamar la atención sobre los problemas de dichas leyes, yo también planeo hacer lo mismo con el copyright en el futuro.

¿Por qué Nina invita a esta desobediencia? ¿Qué tiene de malo el copyright para los artistas? En la última década, una serie de dictámenes judiciales y cambios legales el espacio de maniobra para cineastas y animadores como Nina se ha reducido notablemente. No existen criterios de mínimos para la reproducción incidental de una obra protegida por copyright, en muchos países no se considera la diferencia entre hacer un vídeo amateur sin ánimo de lucro y grabar una gran producción de cine, y cada infracción por pequeña que sea puede llevar una multa astronómica. La abogado Simona Levi explica la situación en España:

[SIMONA LEVI] Actualmente la ley de propiedad intelectual sólo permite citar, o sea mencionar el fragmento de otra cosa, por fines docentes y de investigación. O sea, todos los libros que tenemos en casa que cuando uno abre la primera página pone una cita de Thomas Mann o de quien sea, en teoría todo esto es ilegal. Entonces, imaginemos un mundo en que no podemos citar, no podemos repetir una cosa que ha sido dicha en televisión [...]

Si suena un teléfono móvil, no puedo hacer el tune de nokia, porque este tune tiene copyright, no puedo coger la imágen de una calle con sus pancartas, porque estas pancartas tienen copyright gráfico. Es decir, no podríamos hablar de la propia realidad. No podríamos contar nuestra propia vida. Deberíamos continuamente pagar para contarla, y obviamente, como no todos podemos pagar, que sólo la industria contara la vida que estamos viviendo.

En estas circunstancias Nina Paley se declara abiertamente en desobediencia intelectual:

[NINA PALEY] Y sólo puedo decir, bien, tengo que hacer esto, tengo que hacer esta remezcla, tengo que hacer este trabajo transformativo. Sé que estoy infringiendo el copyright, y no pido disculpas por ello. Es importante para mí como artista hacer arte, y el nivel de auto-censura requerido por la ley es demasiado grande. Para, según creo, tener integridad como ser humano y como artista, ha llegado a esto. Me imagino que voy a violar conscientemente la ley, porque no hay ninguna manera de cumplir con la ley y seguir siendo un ser humano libre.

En España otros se han declarado en desobediencia intelectual. Cuando se promulgó la Ley Sinde, el artista Eme Navarro junto al colectivo Hacktivistas, organizaron una campaña masiva de auto-inculpación:

[EME NAVARRO] La idea era cuando entrase en vigor la Ley Sinde presentar toda una serie de denuncias de webs que contenían enlaces a obras protegidas. Cualquier persona que tuviese un blog o una página web podría meter un enlace a nuestra canción para auto-inculparse como web infractor del copyright. En esa página web, con todos los enlaces se ha creado un listado y con eso yo he formalizado la denuncia, una por una. Yo no sé si la comisión ha pensado que solamente esto era para que la industria demandar a cuatro o cinco páginas web y con eso se acababa todo, como series yonkis o algo así, y no ha previsto que miles de personas que están creando, que están poniendo sus obras en la red, puedan utilizar este recurso administrativo con lo cual puede colapsar la red.

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En el caso de las patentes existe una situación paralela a la de la desobediencia civil en el caso del derecho de autor. Si las patentes son un mecanismo que persigue un fin económico (el progreso de la ciencia y la tecnología), entonces una orden judicial sobre un asunto de patentes no debería tener nunca un efecto económicamente negativo sobre la sociedad en su conjunto.

En otras palabras, las medidas cautelares que, por ejemplo, prohíben vender una cierta marca de un dispositivo (como ha sucedido con algunas marcas de tablet o teléfonos móviles), o prohíben la fabricación de un medicamento, jamás deberían usarse, como argumenta el profesor de derecho Daniel Ravicher, quien responde así a los excépticos de lo que él denomina "infracción eficiente" dentro del sistema de patentes:

[DANIEL RAVICHER] Dicho esto, la respuesta inmediata es 'si tengo una patente sobre un fármaco, o sobre un programa computacional, no puedo dejar que otra gente la infrinja a voluntad, o de otra forma jamás invertiré. Mi respuesta es: no necesitas una medida cautelar como una cuestión de derecho. Todo lo que necesitas es un proceso justo de deliberación que determine la cuantía justa de royalties. Y si una empresa de la competencia, uno de tus rivales, puede entrar al mercado, pagarte a tí un atractivo royalty, y aún así tener beneficios, entonces deberíamos alentar a esa empresa a que entre y compita contigo. Pero si la cantidad de royalties que se te adeuda por tu innovación es más que lo que el competidor puede ganar en el mercado, tendrás una medida cautelar de facto, porque ningún actor racional entrará en tu mercado. Esto es lo que llamo una infracción eficiente ...

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Al márgen de lo que hagan los artistas e inventores, los ciudadanos descargamos música y películas en todo el mundo, y recurrimos a "copias no autorizadas" aún más en los países en que no existe una alternativa legal a un precio razonable. Por lo mismo, en general lo consideramos como una infracción menor, no como un pecado capital, como muestra el estudio del 2011 editado por Joe Karaganis del SSRC en Nueva York:

[JOE KARAGANIS] No hay mucho apoyo para las penas. Sólo una pequeña mayoría de estadounidenses apoya que exista alguna pena para una infracción de copyright, y existe un apoyo mínimo para penas fuertes como la desconexión de Internet. Y cuando le preguntas cuál debería ser una multa apropiada al 51% de personas que considera que debería haber una multa, las respuestas son bajas. Un 75% pone la cifra por debajo de los 100 dólares. La sanción legal en Estados Unidos llega a 150.000 dólares por infracción. Nuestra conclusión es que la gente no ve compartir archivos como una ofensa seria, y no vemos ninguna evidencia de que los esfuerzos educacionales vayan a cambiar eso.

Dado que estas leyes maximalistas en materia de copyright están tan alejadas de la realidad y por lo mismo nadie las respeta, la única forma en que el lobby de la propiedad intelectual puede mantenerlas viva es mediante la creación de un sistema legal paralelo, tal como sucede con la Ley Sinde en España, la Ley Hadopi en Francia, y las propuestas del difunto ACTA y del muy vivo Acuerdo Trans-pacífico TPP. Joe Karaganis explica por qué vemos tan seguido en televisión grandes operaciones "anti-piratería" mientras que en la realidad nada cambia.

[JOE KARAGANIS] Hay una explicación muy simple para esta discrepancia. Es más barato comprar policías que abogados. Las redadas son baratas, pero el debido proceso es caro y lento. No se puede aplicar a gran escala. No en Brasil, no en China, y no en los Estados Unidos. De manera que los beneficios de perseguir a la piratería pequeña, entre los que comparten archivos o los que venden DVDs en la calle, son muy pequeños. Así que tienes situaciones en que los propios casos que pasan por los tribunales, terminan siendo de castigo como forma de espectáculo, con sentencias de prisión que duran años, con multas de millones de dólares, con la esperanza de que estos pocos casos tendrán un efecto disuasor sobre otros.

Creo que todo el mundo que está involucrado en este proceso aprecia ahora lo inútil de este método. Las nuevas medidas están intentando hacer algo diferente. Se tratan de limitar el debido proceso. Quitar las cosas que cuestan mucho dinero en los procesos contra los que comparten archivos especialmente. Quitar las audiencias en frente a un juez, con altos estándares para convicción, y quitar las apelaciones potencialmente largas. La única forma de aumentar la escala de la ejecución de la ley es quitarla de las cortes. Dejarla en manos de una función administrativa, y de ser posible, de un procedimiento automático.

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Hace más de 10 años la profesora de derecho Jessica Litman cerraba su visionario libro "Digital Copyright" indicando que mientras más ilegítima le parezca a la gente una ley, menos gente la obedecerá, y que una ley que la gente no obedece no sirve de nada a los intereses que la han creado. En otras palabras, finalmente el lobby de la propiedad intelectual deberá elegir entre presionar para obtener leyes razonables que sí se apliquen o conseguir leyes irracionales que no se apliquen, como resume Nina:

[NINA PALEY] En diez años las leyes van a ser peores, y van a ser menos relevantes. Ya la diferencia entre la ley y el comportamiento de las personas es como si se tratase de planetas diferentes. Yo no tengo esperanzas de que cambien las leyes. Un montón de gente las tiene. Quizás tendremos una reforma significativa del copyright. Yo lo dudo. No creo que importe. Creo que las herramientas están disponibles para que la gente cree y comparta cultura y que eso es lo que harán. Lo seguirán haciendo ilegalmente y llegado un cierto punto será más de lo que el sistema puede manejar. Yo diría que si las estructuras de poder que existen ahora quieren continuar existiendo, tendrán que ser reformadas, porque no son sostenibles. Las leyes de copyright como están ahora, están completamente desconectadas del comportamiento humano.

Fuentes

Música:

Vídeos y entrevistas:

  • Wikipedia: Civil Disobedience (Thoreau) [traducción al castellano]
    Unjust laws exist; shall we be content to obey them, or shall we endeavor to amend them, and obey them until we have succeeded, or shall we transgress them at once? Men generally, under such a government as this, think that they ought to wait until they have persuaded the majority to alter them. They think that, if they should resist, the remedy would be worse than the evil. But it is the fault of the government itself that the remedy is worse than the evil. It makes it worse. Why is it not more apt to anticipate and provide for reform? Why does it not cherish its wise minority? Why does it cry and resist before it is hurt? Why does it not encourage its citizens to be on the alert to point out its faults, and do better than it would have them?

  • Nina Paley Explains Intellectual Disobedience - Techdirt (Junio 2012)
    [NINA PALEY 01:40-02:12] "Intellectual disobedience is civil disobedience plus what it's called intellectual property. So, just as people in the past have consciously violated certain laws in order to not collude with whatever law that they believed was wrong, an also to draw attention to problems with that law, that is what I am planning to do with copyright in the future."
    [NINA PALEY 02:40] "And I just have to say, well, I've got to make this thing, I've got to remix this thing, I've got to make this transformative work. I know that I am infringing copyright, and I don't apologize for it. It's important for me as an artist to make art, and the degree of self-censorship that is required by the law is too great. In order to, I guess, have integrity as a human being and as an artist, it has come down to, I guess I am going to be conscientously violating the law, because there is no way to comply with the law and remain a free human being."
    [NINA PALEY 04:30-05:18] "In ten years the laws are going to be worse, and they are going to be less relevant. Already the difference between the law and people's behavior is like they are different planets. I am not hopeful for the laws changing. A lot of other people are. Maybe we will have meaningful copyright reform. I doubt it. I don't think it matters. I think the tools are available for people to create and share culture and they are going to do that. They might be doing it illegally and at certain point it's going to be more than the system can handle. I would say that if the power structure as it exists wants to continue, they're going to have to reform, because it's not sustainable. Copyright law as it is, is completely out of touch with human behavior."

  • Entrevista a Simona Levi en Copiad, Malditos
    [SIMONA LEVI ~31:30] Un mundo en que no podemos citar.

  • Eme Navarro - Ley Sinde auto-inculpación - Campaña "Wert de Enlaces"

  • Daniel Ravicher - IP as an economic issue, efficient infringement.
    08:50 y siguientes

  • Joe Karaganis - "Copy Cultures" (Febrero 2012) [estudio]
    [JOE KARAGANIS 03:40-05:05] "And there's a very simple explanation for this discrepancy. It is cheaper to buy cops than lawyers. Raids are cheap, but due process is expensive and slow. It doesn't scale well. Not in Brazil, not in China, and not in the US. So the returns on prosecuting piracy at the low end, among filesharers or street vendors of DVDs are very low. So you get into situations where the few cases that do make it through the courts, end up in forms of punishment as spectacle, in prison sentences that number into years, in fines that number into millions of dollars, in the hope that these few cases will have a disuasive effect on others.
    I think that everybody involved in this process now appreciates the futility of this approach. The new enforcement measures are trying to do something different. They are all about abridging due process. Doing away with the things that cost a lot of money in the prosecution of filesharing specially. Doing away with adversarial hearings in front of a judge, with high standards for conviction, and with the potential for lengthy appeals. The only way to scale up enforcement is to take it out of the courts. To get it into an administrative function, and if possible, an automated one."
    [JOE KARAGANIS 06:40-07:25] "There isn't much support for penalties. Only a bare majority of Americans supports any penalties at all for infringement, and there's only minimal support among them for strong penalties, such as Internet disconnection. And when you ask about appropriate fines among that 51% that supports fines, the answers are very low. 75% puts the number under 100 dollars. The current statutory penalty goes up to 150.000 dollars per infringing act. Our conclusion is that people do not see filesharing as a serious offence, and we see no evidence that educational efforts will change that."

Otras fuentes:

  • Sonia K. Katyal - Semiotic disobedience (2006)

  • Jessica Litman: Digital Copyright (2001)
    PP. 194 y siguientes: "As I have watched the copyright wars intensify, however, it has seemed to me that consumers' widespread noncompliance offers a very real ray of hope. I don't expect large crowds of Napster-deprived citizens to rise up in civil disobedience against a law that they perceive as unjust–even in the post-Napster world, copyright will not be a hot issue. Instead, I expect that most people will continue to ignore a law written in barely comprehensible prose that makes no sense whatsoever from their point of view. Without copyright lawyers to tell them that reasonable-seeming behavior is nonetheless illegal, even the most cynical of them will continue to believe that Congress intended the law to make sense, and continue to go about their business.
    Copyright owners' enforcement strategy so far has been limited to threats, litigation, and slick and unpersuasive campaigns to educate Americans to disapprove of unauthorized use. The strategy works well against commercial and institutional actors, and far less well in deterring individuals from engaging in undesired behavior. The music and motion picture industries have therefore concentrated on identifying and taking out intermediaries. What's so frightening about the Internet is that in many contexts, intermediaries are, while extremely useful, nonetheless optional. A variety of applications have appeared to permit individuals to engage in precisely the same behavior that has inspired litigation, without providing any intermediary to sue. The glut of digital copyright lawsuits has only encouraged this trend. Thus, in order to actually enforce the rights that content owners claim the statute gives them, it will be necessary to enforce it against individual consumers. And here widespread noncompliance will matter a great deal.
    The less workable a law is, the more problematic it is to enforce. The harder it is to explain the law to the people it is supposed to restrict, the harder it will be to explain it to the prosecutors, judges, and juries charged with applying it. The more burdensome the law makes it to obey its proscriptions, and the more draconian the penalties for failing, the more distasteful it will be to enforce. The more people the law seeks to constrain, the more futile it can be to enforce it only sporadically. Finally, the less the law's choices strike the people it affects as legitimate, the less they will feel as if breaking the law is doing anything wrong. In other words, if a law is bad enough, large numbers of people will fail to comply with it, whether they should or not People don't obey laws that they don't believe in. Governments find it difficult to enforce laws that only a handful of people obey. Laws that people don't obey and the government don't enforce are not much use to the interests that persuaded Congress to enact them. .If a law is bad enough, even its proponents might be willing to abandon it in favor of a different law that seems more legitimate to the people it is intended to command. Even if stakeholders refuse to give the public a seat at the bargaining table, they may discover that they need to behave as if they had.


Éste es el archivo del podcast "Cultura Libre", emitido entre el 2010-2013 a través de Manzana Mecánica.

(CC-BY) Carlos Castillo 2020-2013.